lunes, 22 de abril de 2013

DESEMPLEO EN LA ACTUALIDAD


Todos hemos oído hablar de paro y desempleo, pero pocos nos hemos puesto a investigar e informar las causas, los tipos y las consecuencias que ésto supone.
El término desempleo alude a la falta de trabajo. Un desempleado es aquel sujeto que forma parte de la población activa (se encuentra en edad de trabajar) y que busca empleo sin conseguirlo.
Esta situación se traduce en la imposibilidad de trabajar pese a la voluntad de la persona.
Desempleo es sinónimo de paro y desocupación.
Puede diferenciarse entre cuatro grandes tipos de desempleo: cíclico, estacional, friccional y estructural;

- Cíclico: Consiste en la falta de trabajo durante un momento de crisis económica. Se trata por lo general, de periodos no demasiado extensos en el tiempo y que se revierten junto a la reactivación de la economía.

- Estacional: Surge por la fluctuación  estacional de la oferta y la demanda. El sector de la agricultura ofrece un claro ejemplo de este tipo de desempleo: en épocas de cosecha, aumenta la oferta de trabajo y el desempleo tiende a desaparecer; en el resto del año, se produce la situación inversa.

- Friccional: tiene lugar por la falta de acuerdo entre empleado y empleador. Las características de un puesto de trabajo no satisfacen al trabajador y éste se marcha de un empleo en búsqueda de otro. Se trata de un desempleo temporal y que suele ser constante.

- Estructural: es el más grave ya que supone un desajuste técnico entre la oferta y la demanda de trabajadores. Los puestos de empleo que requiere una economía son inferiores a la cantidad de gente que necesita trabajo. Esta situación exige la intervención del Estado para solucionar el desequilibrio.


El colectivo de los jóvenes es uno de los más afectados por las sucesivas crisis que ha atravesado el mercado laboral. Primero sufrieron los envites de los problemas en el sector inmobiliario por la expulsión al paro de menores poco cualificados ocupados hasta ese momento en el ladrillo e industrias adyacentes. Después, por la recaída de la economía española, que acabó con las resistencias del empleo entre los fijos, entre los temporales y redujo las oportunidades para los jóvenes cualificados. Así, desde los mínimos que marcó en 2007, el paro se ha más que duplicado tras subir en 537.000 personas en este periodo.


Hasta la fecha, el récord en el número de jóvenes en paro marcó se registró en el tercer trimestre de 2012, cuando rebasó las 970.000 personas. Sin embargo, si no ha seguido marcando máximos desde entonces ha sido por la salida del país de personas que formaban parte de este colectivo. De hecho, tanto el número de ocupados como la población activa de menos de 25 años, que excluye a los que no buscan trabajo o están estudiando, ha bajado de forma consecutiva en los últimos años. En el primer caso, el recorte sufrido en el primer trimestre con respecto a hace un año es de 133.000 personas, en el segundo, de 64.000.



A continuación un vídeo que muestra los alarmantes datos del paro en España:

 Video


















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